Lugar: Pisa (Italia). Fecha 23.06.2013. (Sony DSLR-A100)
La Piazza dei Miracoli es un recinto amurallado en el corazón de la ciudad de Pisa. Parcialmente pavimentada y parcialmente cubierta de hierba, está dominada por cuatro grandes construcciones: El Duomo, la Torre inclinada o campanario del Duomo, el Baptisterio y el Camposanto. En 1987 la Piazza dei Miracoli fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Duomo o Cattedrale di Santa Maria, considerada como el edificio que originó el estilo románico pisano en arquitectura, empezó a construirse en 1064 bajo la supervisión del arquitecto Buscheto quien estuvo al frente de las obras hasta 1100. Para la fase final que comprendió la ampliación de la nave central y la construcción de la fachada se contó ya con el maestro Rainaldo. La catedral fue consagrada en 1118 por el Papa Gelasio II cuando muy probablemente el edificio aún no había sido terminado.
Se trata de una basílica con planta de cruz latina de cinco naves, transepto de tres naves y ábside. El exterior cuenta con mármoles de diferentes orígenes caracterizados por su elevado número de reutilizaciones, con elementos arquitectónicos e inscripciones de la época romana. En la parte inferior de la fachada, seis arcos ciegos se apoyan sobre columnas redondas con capiteles. Entre las dos columnas centrales se abre la puerta principal. Incrustaciones policromadas embellecen el centro de los arcos y los espacios que quedan por encima de sus uniones. Sobre ellos se levantan cuatro ordenes de galerías también sostenidos por columnas.
Las puertas de bronce de la fachada fueron realizadas por varios artistas florentinos del S. XVII. Mientras que la Porta di San Ranieri, ubicada frente al campanario y realizada por Bonano Piosano fue la única que escapó al incendio de 1595.
El campanario de la catedral o Torre Pendente es una construcción separada del templo, de unos 56 metros de altura y un peso estimado de 14.453 toneladas. Comenzó a levantarse en 1173 bajo la dirección de Diotisalvi y enseguida se inclinó debiéndose suspender las obras a la altura del tercer anillo. Los problemas de estabilidad de terreno impidieron seguir los trabajos de construcción hasta 1275, cuando se reanudaron bajo la dirección de Giovanni di Simone y Giovanni Pisano. Se añadieron entonces otros tres anillos que, con el objetivo de enderezar la torre, tienden a curvarse en la dirección opuesta a la de la inclinación. El edificio no fue terminado hasta mediados del s. XIV cuando se añadió el campanario.
La actual inclinación de la Torre Pendente (Torre Inclinada) es de 5º respecto al eje vertical.